El arquitecto Luis Alejandro Pérez, ganador del concurso celebrado hace seis años para diseñar el llamado “pupitre dominicano” denunció este jueves el incumplimiento del contrato por parte del Gobierno que le otorgaba la fabricación de los primeros 100 mil pupitres.
En un video colgado en sus cuentas de redes sociales, el joven, quien también tiene un máster en diseño, denunció que ante el incumplimiento del contrato decidió elevar un recurso ante el Tribunal Superior Administrativo (TSA) en el año 2014, el cual falló a su favor, ante lo cual, el Ministerio de Educación, bajo la gestión de Carlos Amarante Baret, llevo el caso ante el Tribunal Constitucional, órgano que también falló a favor de Pérez en el año 2017.
“Hoy, a un año de este fallo y de la notificación de la sentencia, exigimos justicia, exigimos que se nos cumplan las leyes en nuestro país. Me siento indignado de como un joven que intenta aportar cosas nuevas a nuestro país se siente amarrado, ¿dónde están las leyes de nuestro país? ¿Dónde están los ministros por los cuales ha pasado este caso, y que todos se han hecho de la vista gorda?, cuestiona el joven en un video de poco más de dos minutos de duración.
“Yo no estoy pidiendo nada, solo estoy pidiendo que se cumplan las bases del concurso que yo gané hace más de seis años. De qué sirve el más alto tribunal de la República Dominicana ante un gobierno autocrático. En qué momento y de qué forma podemos exigir nuestros derechos si hace seis años con dos sentencias de los tribunales de nuestro país no tenemos manera de exigir ni tenemos respuesta ninguna”, se quejó el joven profesional.
Concurso estuvo rodeado de controversia
Las intenciones del Gobierno de diseñar un pupitre especial para la tanda extendida y a su vez incentivar el desarrollo de la industria nacional, motivó un concurso que atrajo la atención de arquitectos, artesanos del mueble y diseñadores industriales y de interiores que presentaron 499 propuestas. El entusiasmo generado por la original iniciativa se convirtió en decepción luego que la Asociación Nacional de Industriales de Muebles, Colchones y Afines (Asonainco) denunciara que el diseño de Luis Alejandro Pérez era un plagio.
Ante el escándalo, el Ministerio de Educación defendió la transparencia del concurso y ordenó la revisión del prototipo a fin de que los insumos utilizados en la fabricación de las butacas fueran producidos por la industria local.
Pese a las denuncias formuladas por los industriales del mueble, el arquitecto ganador del concurso restó importancia a las críticas y presentó en ese entonces a elCaribe los bocetos que demuestran paso a paso el proceso de elaboración del pupitre.
“Te puedo demostrar claramente todos mis diseños, todos mis bocetos en los que yo fui estructurando el pupitre. Ahora, es cierto que hay cosas que tienen cierto parecido, pero sí debo decirte que cuando a una cosa se le cambia algo, hasta un tornillo, o se le cambia un poco el ángulo de curvatura, ya incluso es otro mueble”. El profesional que en ese entonces tenía 26 años, y era profesor de Diseño Arquitectónico III de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), agregó en su defensa, que dentro de los miembros de la comisión evaluadora había un miembro de la Oficina Nacional de Propiedad Intelectual (Onapi) para certificar la originalidad de la propuesta. “O sea, que si mi diseño ganó y está ahí es porque ya ellos hicieron su evaluación”. Pérez Sánchez afirma que basó su propuesta en la funcionabilidad, adaptabilidad, versatilidad, ergonomía y sencillez.