Los cañeros han sido agredidos, hay un digno trabajador grave, está ahora recluido entre la vida y la muerte en el Hospital Darío Contreras. Según mis fuentes, los policías de la Dirección Central de Investigaciones Criminales (Dicrim) le dieron un bombazo a quemarropa y lo hirieron en la cabeza, la foto más que elocuente. A Jesús Núñez dirigente de los cañeros, además de golpearlo se lo llevaron preso.
Les han negado el derecho a la manifestación y el Estado con su gendarmería agredió a los legendarios trabajadores de la caña, venían caminando por la Leopoldo Navarro hacia la 27 de Febrero cuando agentes policiales les exigieron descontinuar la marcha e inmediatamente les cayeron a bombazos y macanazos, a un digno trabajador –indago su nombre- de la caña le ocasionaron una profunda herida en la cabeza y ahora está grave. Ha estado expulsando sangre por la boca.
Hay mujeres fuertemente golpeadas por macanazos, Jesús Núñez fue llevado preso al puesto del Dicrim de la Gómez con San Martín, ya liberado por gestión de Virgilio Almánzar del Comité Dominicano de los Derechos Humanos.
Es una flagrante violación a los derechos humanos, al derecho a la protestas, hasta la cuanta serán las violaciones a los DDHH de los trabajadores haitianos de la amarga caña de azúcar, este Estado debería auto-condenarse por haber traído en condiciones de cuasi esclavitud a seres humanos, por incluso haberlos traído a la mayoría de ellos siendo menores de edad.
Debe ser condenado porque los tenían presos en los bateyes, deben condenarlo porque no les pagaban, les daban unos centavos por toneladas de caña y le pagaban con vales que usaban en los colmados -punto de ventas propiedad de los cuasi-esclavistas- colocados en los mismos bateyes para comprar la comida, el cañero no vio dinero.
No tenían acceso agua potable, tenían que irse a suplir en ríos, rigolas o cualquier charca donde se juntara agua, no le construyeron sanitarios, no tenían casas dignas, no tenían escuelas dignas y suficientes, y a muchos históricamente les han negado el derecho a la educación.
Les han negado el derecho a un nombre legal a sus hijos e hijas, a una nacionalidad, a ser del lugar en donde nacieron.
Han tenido que sufrirse ya después de abierto los bateyes, de caminar las calles de RD sufriendo el imperante racismo que se respira. Por racismo no les conceden sus derechos como trabajadores que dieron su vida en el corte de la caña y crearon riquezas a la todavía blanca oligarquía dominicana y al propio Estado racista.
Les han negado el derecho a una pensión, a todos y todas a una pensión digna, pues el dinero que le pagan a los ya pensionados es absolutamente insuficiente.
Danilo Medina controla tus fuerzas policiales, ésta violación es inaceptable y la sociedad no está dispuesta a soportar éstos abusos de poder y violación a los derechos humanos.
Los trabajadores de la caña que llamamos Cañeros, se merecen todo el respeto de la sociedad dominicana y se le debe otorgar su merecida pensión.
¿Hasta cuando los Trabajadores Haitianos, los emblemáticos Cañeros estarán abonando la tierra dominicana con su sangre?