El ex director de Migración, José Ricardo Taveras, denunció este jueves que a su salida de esa institución solo habían cumplido con los requisitos del decreto 327-13 sobre el Plan Nacional de Regularización de Extranjeros (PNRE) 536 solicitudes de las casi 300,000 aplicaciones.
Aseguró que 16 días después, el gobierno anuncio el registro y aprobación de 239,000 solicitudes, lo que evidencia que hubo una aprobación colectiva, de carácter masivo, contrario el principio de individualidad de los procedimientos migratorios.
Taveras Blanco, en un documento de prensa que envió a los medios de comunicación, recordó que éste 17 de julio se vence el plazo que "contra toda norma fue otorgado el año pasado para que los solicitantes completaran sus expediente solución que a pesar de su ilegalidad, fue la menos mala.
Sin embargo, apeló al sentimiento que dijo conocer del presidente Danilo Medina sobre el tema, para que éste no permita que al vencimiento del plazo se dé una solución masiva a los más de 140,000 solicitantes que no aportaron los documentos elementales para satisfacer los requerimientos del plan.
“Si se acepta dotar de estatus migratorio a esa cantidad de extranjeros sin que se cumplan los requisitos de la ley y del propio decreto 327-13, se estaría llevando de encuentro, no solo el decreto, sino la propia Ley de Migración, la sentencia 168/13 y la propia Constitución, consolidando administrativamente la minoría étnica que tanto se ha venido procurando”, adujo.
Pidió al presidente que ponga por delante su memoria histórica y sus sentimientos de dominicano, porque la suerte del país.
Taveras Blanco, quien es secretario general de la Fuerza Nacional Progresista (FNP), dijo lamentar “la forma en que se ha defendido al gobierno aduciendo que la inquietud ciudadana se sirve de videos viejos, cuando la sociedad está consciente de que solo debe salir a la puerta de su casa para mirarlo en sus propias narices”.
Consideró penoso que la reacción de operativos masivos sea una reacción a la presión social y mediática, al igual que los cambios en los mandos militares de frontera, toda vez que volar cabezas no resuelve una problemática que requiere de políticas sostenidas y sostenibles de control operativo, económico y jurídico de la frontera.
“Si no se destina presupuesto al control y desarrollo de la frontera, si nuestros militares continúan asumiendo servicios sin dietas, el peaje del primer haitiano será para el desayuno, por lo que no basta con descansar en la responsabilidad de los militares o de migración si no hay una política de Estado que involucre una visión de la problemática fronteriza y de nuestra actitud frente Haití.”
Aconsejó que bajo el liderazgo del gobierno se convoque a una confluencia de todas las fuerzas vivas de la nación a fin de que el país elabore una doctrina nacional frente Haití, que trascienda los partidos y gobiernos y que sirva a los intereses de la preservación de nuestra integridad nacional e identidad.